En la baraja de Rider-Waite, La Emperatriz es la encarnación de la feminidad. Ella es una expresión de la madre naturaleza, una diosa de la tierra que se muestra como un símbolo de la fecundidad, se presenta de una manera física con calma y aplomo. En algunos mazos de Tarot, la muestran como estar embarazada, y esto tiene sentido ya que la escena a su alrededor siempre se presenta abundante y rica en la vida. La Emperatriz, es como una corriente que fluye a través del fondo, lo que representa la vitalidad creciente de la vida misma. En frente de la Emperatriz esta un campo de maíz, otro símbolo de crecimiento y sustento.
De La Emperatriz podemos aprender las cualidades femeninas como su calidez, la paciencia y el respeto por uno mismo y los demás. Ella nos invita a escuchar las palabras de la sabiduría que caen a lo largo de la corriente, para escuchar la verdad que susurra a través de las copas de los árboles en la brisa suave, para conocer las posibilidades de expresión personal que se encuentran dentro de ella como semillas latentes de la vegetación, que se asientan en el conocimiento de la tierra, como se expresa en la cosecha de frutas y granos.
Una de las grandes lecciones del Tarot es tomarse un tiempo para escuchar la sabiduría que cada personaje nos puede enseñar. La Emperatriz es a veces considerada como una representación de Deméter, la diosa maternal que han buscado en el mundo a su hija desaparecida Kore. Esta péquela historia nos habla del amor pero ante todo la súper protección ante todo que da la madre.
Algunas mujeres están tan íntimamente vinculadas a la Diosa Madre que esta de alguna forma irradia energía en cada minuto del día. La Emperatriz de los suburbios ama a los niños que tienen a su alrededor, y ve este papel como una verdadera bendición. Ella trae sus cualidades generosas a cualquier lugar que se asienta e incluso si es sólo por un corto tiempo. Si usted ve a la Emperatriz en el Tarot, te sentirás alimentada por su presencia.
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