Estamos rodeados por una muralla construida por nuestras concepciones del mundo, y estamos incapacitados para mirar sobre esta muralla hacia el mundo real. La Kabala presenta un esfuerzo para romper este “círculo encantado”. Esta investiga al mundo como es, el mundo en sí.
El mundo en si, como lo sostiene el Kabalista, consiste de cuatro elementos, o de cuatro únicos principios formadores. Estos cuatro principios están representados por las cuatro letras del nombre de Jehovah. La idea básica de la Kabala consiste en el estudio del Nombre de Dios en su manifestación. Jehovah en hebreo es deletreado por cuatro letras. A estas cuatro letras son dados los profundos significados simbólicos. La primera letra expresa el principio activo, el comienzo o la primera causa, movimiento, energía. “Yo”; la segunda letra expresa el elemento pasivo, inercia, quietud, “el no Yo”; la tercera, el balance de los opuestos, “la forma”, y la cuarta, el resultado o energía latente.
Los Kabalistas afirman que cualquier fenómeno o cualquier objeto consiste de estos cuatro principios, es decir, que cualquier objeto y cualquier fenómeno consiste del Nombre de Dios (El Mundo), — Logos. El estudio de este Nombre (o de la palabra de cuatro letras, tetragrammaton, en griego) y el hallazgo de esto en todas partes constituye el mayor problema de la filosofía Kabalística. Para establecer esto en otra forma los Kabalistas sostienen que estos cuatro principios penetraron y crearon todo.
Por consiguiente, cuando el hombre encuentra esos cuatro principios en las cosas y fenómenos de la totalidad de las diferentes categorías (donde antes él no observaba similitud), comienza a ver analogía entre estos fenómenos.
Gradualmente, termina por convencerse de que el mundo entero está construido de acuerdo a una y a la misma ley, sobre uno y el mismo plan.
Deja una respuesta